viernes, 6 de mayo de 2011

Él

Pensé que ya había vivido todo en lo referido al amor,
A la lujuria de la vida, los dolores de cabeza adolescentes.
Que ya no iba a quebrarme más pensando en besos, manos agarradas e cuantas cursiladas se os ocurran.
No lo había pasado muy bien en lo referido a las personas del sexo contrario. Aún no había tenido la suerte de conocer a alguien que me complementara, que me entendiera, y que puestos a pedir, que encima me gustara.

Y te encontré.

En un principio eras un completo extraño y tampoco yo puse el interés en conocerte, pero poco a poco me llamabas más la atención.

Y me hablaste.

Creía ser el ser más feliz de muchos quilómetros alrededor, sonreía sin ningún motivo aparente.
Pero cuando te ibas, me sentía estúpida, muy estúpida al creer en la posibilidad de que tú sintieras algo semejante.

Y me lo dijiste.

Y aquí estoy, escupiendo a borbotones todas las palabras con las que poder decirte lo que siento.

¿Sabes una cosa? Alimentas mi locura.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Te quiero

Tener sueños de gloria
y utopías de una existencia mejor,
más razonable.
Gritar contra lo injusto
y ponerme del lado
del que no es nadie.


Había un no sé qué
por cargar lo que me echaran,
comerme el mundo
en un instante
y tropezar tantas veces
en la misma piedra.


Con el paso del tiempo
me ido quitando
de muchos de esos vicios,
de todo aquello que ya es necesario
y que es casi todo.
Por la borda he tirado
manías y prejuicios,
ambiciones que no valen la pena.



A pesar de los años
no me he desenganchado
de esta droga tan dura
que es vivir con un tiempo prestado
mientras el deseo me mata.

lunes, 2 de mayo de 2011


Y parece que hoy, después de tanto tiempo, la vida me sonríe.
He visto por fin tus ojos, y tu supuesta sonrisa. Tus palabras, llenas de ti, de tu esencia, sólo me basta un ‘Hey!’ de los tuyos, para notar ese escalofrío que me recorre la espalda. A veces creo que no está bien creer que puedo tenerte, o esos estúpidos celos que siento, ya que eres libre.
Pero, eres tú, tú, tú y sólo tú. En tu presencia, en tu forma de ser, en tu voz, eres tú en tu máximo esplendor, y no quiero perder el recuerdo, el cómo me siento ahora, escribiendo estas burdas líneas con las cuales intentar expresarte lo que siento, en lo fácil que se me hace quererte.
Realmente, no sé qué escribir, ni cómo hacerlo, creo que me complico la vida. Las mentes perturbadas, de vez en cuando también nos enamoramos, sí señor. Pero lo cortés no quita de lo valiente, así que si tengo que luchar por ti, lo haré, tenlo presente.
  
“Pero no puedes amarme, soy una célula verde, de las del tipo Totipotente...“